Tanquen al trànsit rodat dos carrers de la colònia
Mata i Pons, com a propietari de la colònia, va voler fer prevaldre la seva autoritat fent veure la seva oposició a la construcció del grup Bondia tot plantant unes bigues a les entrades dels carrers del Pi i de Sant Ramon que impedient el trànsit rodat per dins la colònia. És el que s'ha anomenat el boicot de Mata i Pons. Tot i la gran oposició que hi va haver, això va continuar així fins que l'any 1975 Armengol va passar a ser-ne el propietari.
El diari Los Sitios de Gerona, el dia 11 publicava:
Dos calles de Bonmatí, cerradas al tránsito rodado
El Ayuntamiento gestiona la normalización de estas dos vías
Bonmatí, que nació siendo una pequeña colonia industrial, se ha convertido, gracias a las dos fábricas allí ubicadas, en un barrio cien por cien industrial, ya que todos cuantos allí habitan, y muchísimos más que residen en localidades cercanas, tienen su puesto de trabajo en las dos citadas factorías, la "Mata y Pons" y la "Armengol".
Ambas fábricas fueron engrandeciendo el pueblo gracias a las edificaciones que levantaron para sus obreros, pero las casas y viviendas construidas no han sido suficientes y a iniciativa de un grupo de vecinos se ha levantado, cerca del grupo urbano de Bonmatí, una riente urbanización, que aún no está definitivamente terminada, pero sí habitada por unas cien familias y que lleva el nombre de "Grup Bon Dia". Aquí está también, las escuelas.
Un pueblo en que todo el mundo tiene el trabajo asegurado, con viviendas propias o garantizadas, parece que no tendría que conocer problemas, pero desgraciadamente hay indicios de que sí los tiene. La plaza principal y única de Bonmatí lleva el nombre del fundador de la Colonia, "Don Manuel", y de ella parten varias calles, una de las cuales conduce al cementerio y otras dos que enlazan con la vía de acceso al flamante "Grup Bon Dia". Estas calles se llaman "San Ramón" y "Del Pi" y ambas discurren por medio de las viviendas propiedad de la fábrica "Mata y Pons", en terreno que suponemos debe pertenecer también a la citada firma.
Por razones que ignoramos, el miércoles de la semana pasada fueron colocadas unas vallas de hierro al final de estas dos calles de forma tal que imposibilitan el tránsito rodado; al menos enlazando con la carretera que conduce a la Urbanización, cuyos moradores, una vez repuestos de la sorpresa, y para no quedar sitiados, han tenido que utilizar un camino estrecho que arranca de la carretera de San Marti de Llémana.
La reacción de los moradores de "Bon Día" fue protestar ante los componentes del Patronato, quienes a su vez y siguiendo los cauces legales, denunciaron el hecho al Ayuntamiento de Amer, del que depende Bonmatí.
El domingo estuvimos en el pueblecito y los comentarios que escuchamos no son aptos para reproducir. Menos mal que hay personas con "seny" suficiente para evitar que se enmarañe más la cosa. Nos dijeron que la inmediata reacción del Ayuntamiento de Amer fue presentar un requerimiento a quienes colocaron la valla, dándoles un plazo de 48 horas para que la levantaran.
Nosotros hemos esperado hasta el martes por la mañana para saber cómo había terminado Ia cosa y hemos llamado al Ayuntamiento de Amer, en donde se nos dijo que aún continuaban colocados los obstáculos, pero que se había recibido respuesta escrita al requerimiento presentado y que el propio alcalde, señor Junquera, se estaba interesando muy vivamente para que, sin necesidad de recurrir a vías judiciales, se normalizara la situación y las dos calles, que aún discurriendo por terreno privado parece que deben considerarse vías Iibres por el ininterrumpido uso que de las mismas se ha venido haciendo, vuelvan a quedar expeditas.
Este es el punto de vista de las personas con las que nosotros hemos hablado, y como doctores tiene la Ley, nosotros nos limitamos a consignar el hecho, aunque no podemos silenciar ni esconder nuestro deseo de que todo se arregle a plena satisfacción de todos, confiando plenamente en las gestiones que está realizando el Ayuntamiento de Amer que en forma alguna ha querido desentenderse de este asunto que, ojalá no nos equivoquemos, será una tempestad dentro de un vaso de agua, al imponerse la cordura y el alto sentido cívico de cuantos conviven en este pequeño y hasta hoy tranquilo barrio de Bonmatí.
J. SUREDA PRAT