Ja l'any 1964 els trens de via estreta començaven a ser qüestionats i entre ells el del Girona a Olot. El repte que es plantejava era si suprimir-los o modernitzar-los.

Així ho va publicar el diari Los Sitios de Gerona aquell dia:

Necesidad de mantener y modernizar los ferrocariles gerundenses

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Si no andamos mal informados, dentro de breves semanas se reunirá en Madrid una comisión interministerial con la misión de estudiar y resolver de una vez el futuro de los ferrocarriles. Tratará de la RENFE y de sus problemas. Pero mientras que para RENFE el problema consiste sólo en su modernización con más o menos ayuda estatal, para los secundarios se plantea un dilema: Ser o no ser, continuar o parar. 

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Vamos al grano: Estamos hablando de los ferrocarriles de Olot y de San Feliu. Ninguna persona con conocimiento de causa admite la posibilidad de que se cometa la gran equivocación de suprimirlos. Ni el uno, ni el otro. Cualquier equivocación en este sentido sería de dimensiones catastróficas para la comarca, lo cual se echaría de ver al cabo de poco, cuando no pudiera circularse por las carreteras coincidentes con sus trazados, siempre congestionadas. Cuándo se vería el declive del Puerto de San Feliu. Cuando el transporte, suprimido el freno que en la actualidad suponen las tarifas ferroviarias, se encarecería rápidamente. Cuando el porcentaje de accidentes de carretera se compararan con los del ferrocarril, prácticamente del orden de cero. 

En cambio, resuélvase el asunto en forma constructiva. Véase un ferrocarril cómodo y seguro, con veloces automotores que nos transportaran de Olot a la playa en menos de 2 horas y que nos permitieran ir de Gerona a S'Agaró y Olot en 45 y 60 minutos, respectivamente. 

Considérese que, además del aspecto turístico, con ser éste importante, sería el desahogo de la ciudad de Gerona que crece inconteniblemente hacia estos estupendos pueblecitos de La Crehueta, Quart, Llambillas, Salt, Bescanó, Bonmatí que tanto nos acercarían a Cassá y Llagostera de una parte y de Anglés y Amer, por la otra. Por lo que se ha venido registrando en el f. c. de Olot como consecuencia de su incipiente motorización, ésta abre perspectivas grandiosas a esta corriente de desplazamientos; los trabajadores de Gerona viven en la periferia hasta 20 kilómetros a la redonda y los hijos de los residentes en la comarca, mediante un buen sistema de abonos, como ya los tiene el f. c. de Olot, pueden estudiar, aprender oficios y desarrollar diversidad de actividades en la capital.